viernes, 16 de enero de 2009

El “miraclet” de la Verge de la Balma - 3 Las historias de la Abuela.

(Viene de Capítulo 2)
Según nos contaba la Abuela, siendo ella muy jovencita fueron de peregrinación al Santuario y, la verdad es que, a mí, ya de mayor, siempre me ha quedado la intriga de para qué realizarían aquel viaje, que, si bien hoy en día es un paseo por aquel entonces era… pero mejor seguid leyendo.

Todo se llevaba a cabo los días 6, 7 y 8 de Septiembre y tenemos que situarnos en la segunda década del siglo XX. En esas fechas se llevaban a cabo la serie de rituales mágicos que nos narraba la abuela.

Nos contaba cómo, un año, muy temprano, antes de la salida del sol, ataron su pequeño carro al burro y cargaron con el apaño para el día: una hogaza de pan, un poco de aceite, medio queso y unos higos secos. Se calzaron sus alpargatas de esparto, que era lo que tenían, se pusieron su muda mas limpia y nueva, la de los domingos, la de ir a misa. Y salieron hacia aquel destino lejano. Les separaban 120 Km. de su meta… 120 Km. ¡con muchas cuestas arriba de un camino de tierra barro y piedras!.

Imaginaros lo que podía ser aquel viaje largo y duro, empujando la carreta en algunos tramos del camino y teniendo incluso que pasar la noche en el camino para llegar a aquel lugar sagrado y mágico al día siguiente… sobre mediodía según nos decía.

El santuario era una mezcla de fiesta y miedo, allí llegaban desde muchísimos pueblos de las provincias limítrofes, sobre todo de Castellón y Teruel, pero también gentes de Tarragona y mi abuela decía recordar que hasta de Zaragoza. Llegaban, como digo, cientos de personas algunas por curiosidad, otras de fiesta, y otras, las más, acompañando a familiares o amigos aquejados de mal de ojo, o que estaban endemoniados.

Allí se asentaban todos los llegados desde tantos puntos diferentes hasta que, a mitad de la tarde, llegaban las encargadas de exorcizar a todos los afectados: Eran las llamadas “Calpolinas” (así les llamaba mi abuela, si bien mas tarde averigüe que eran Caspolinas), tres ancianas enjutas y enlutadas que venían desde la ciudad de Caspe (Zaragoza) y que tenían supuestos poderes para sacar a los demonios de los cuerpos de los enfermos y de sanar a los embrujados.
Cuando llegaban estas mujeres los asistentes las recibían en silencio, roto de vez en cuando por los exabruptos de alguno de los demonios que sabia que le quedaba poco de estar en la el cuerpo que había elegido desde el mas allá o por los gritos de animo de algún feligrés exaltado. Pasaban entre la muchedumbre y entraban a través del pasadizo de roca hasta el lugar en el comenzarían su trabajo, un lugar tras el altar en el que, aún hoy en día, se encuentra la imagen de la Virgen.


Allí iban pasando de uno en uno, y ¡allí ocurrían los milagros! Así mi abuela contaba que vio a un niño de unos cuatro años levantarse del suelo mas de un palmo, con los ojos en blanco, cuando las Caspolinas rezaban sus jaculatorias de expulsión del mal mientras una de ellas le gritaba a aquel demonio que impedía que el crio comiese y durmiese por la noche hasta el punto de estar perdiendo la vida. Y que a un hombre pequeño y delgado lo tuvieron que atar de manos y pies porque no podían controlarlo y las agredía y les escupía… Y como ocho hombres “grans y grossos” (grandes y fuertes) conseguían apenas sujetarlo mientras blasfemaba, se agitaba y echaba espuma por la boca y la nariz. Y las mujeres seguían con su labor, a la luz de la hoguera, rezando, gritándoles a los demonios y acompañadas del coro de oraciones murmuradas por todo el grupo de asistentes.

Cuando bien entrada la noche acababa aquel ritual la gente acampaba en las explanadas del lugar y allí, al calor de la lumbre compartían sus experiencias, sus historias y los pocos o muchos suministros que cada uno llevaba.

Al día siguiente, el día 8 de Septiembre, era el día de la advocación de la Virgen de la Balma y ese si era un día de fiesta, fiesta que aún sigue celebrándose. En ella se llevaba a cabo en la llamada “Creu Coberta” (Cruz Cubierta), un acto sacramental, en el que el Arcángel Miguel, representado por un niño vestido de blanco, se enfrentaba al demonio, un hombre vestido de colores, venciéndole. Todo esto a través de una serie de danzas rituales ancestrales basadas al parecer en bailes que se realizarían para atraer o agradecer una buena cosecha y que han llegado hasta nuestro tiempo.

Pasados esos tres días a la Abuela y los suyos les quedaba un duro viaje de vuelta… ¡menos mal que esta vez era sobre todo cuesta abajo!

(Continuará)

domingo, 11 de enero de 2009

El “miraclet” de la Verge de la Balma - 2 La Abuela y la Balma

(Viene de Capitulo 1 )

La abuela nació a finales del siglo XIX, nada mas ni nada menos, en Vall d’Alba y fue bautizada en Vilafames, ambos pueblos de la provincia de Castellón। Creció, junto con sus nueve hermanos, en “Gairó” una montaña que se encuentra entre Cabanes y La Pobla Tornesa, en una pequeña masía। La gente pobre en aquellos tiempos vivía de una escasa agricultura y ganadería de subsistencia, en muchos casos incluso sin tierras ni animales propios, sino arrendadas a cambio de parte de la cosecha que producían o unos sueldos mínimos। Y ese era el caso de la Abuela.

Explico esto para que os situéis mejor. Hablamos de una España rural totalmente, pese a estar a tan solo una treintena de kilómetros de Castellón.

Ahora imaginaros a cien kilómetros hacia el interior y a casi mil metros de altitud, en la zona del Maestrazgo, cerca de Morella. Los pueblos eran en su mayoría aldeas que tenían un poco de ganadería, un mínimo de agricultura y una cultura que no iba más allá de los conocimientos del campo y lo que la tradición oral había ido dejando de padres a hijos. Una zona de mujeres enlutadas desde niñas, con sus pañuelos cubriéndoles la cabeza y de hombres con ropas remendadas y boinas encajadas hasta el punto de parecer que hubiesen nacido con ellas puestas. El pueblo era y es aun hoy en día Zorita del Maestrazgo. Y apenas a dos kilómetros de allí la Balma.

Mi Abuela nos contaba que la virgen se apareció hacia muchísimo tiempo a un pastor de la zona en una balma, que es una cueva abierta… mas como un entrante en la roca que se utilizaba normalmente para resguardarse del mal tiempo cuando pillaba al pastor con su ganado en el monte o, convenientemente cerrado, como corral casi improvisado.

Pues bien, en aquella cueva, a mitad de altura de una pared casi vertical fue a aparecérsele la santísima Virgen al pobre pastor, curándole su brazo paralítico y pidiéndole que en aquel lugar se hiciese una capilla en la que orar en su devoción. Y así se hizo en aquel momento, a mediados del siglo XIII. Después, según averigüe mas tarde, a partir del siglo XVII y XVIII la Virgen empezó a tener fama de exorcista y sanadora de embrujados y endemoniados, y al santuario comenzaron a asistir romerías autenticas de gente teóricamente aquejada de mal de ojo, algún tipo de endemoniamiento o cualquier dolencia creada por la brujería. Así se narra, en algunos escritos antiguos, como cuando a los penitentes que allí se acercaban les venia el mal se revolcaban por los suelo, maldecían y echaban espumarajos por la boca (Seguramente hoy en día se les diagnosticaría epilepsia, trastornos de tipo esquizoide o algo por el estilo, ¡y casi a ciencia cierta de manera acertada!).

Por otra parte pienso que tal vez esta fama de sanadora de endemoniados de la Mare de Deu de la Balma (*) surgiese a raíz de algún tipo de aquelarre que se realizaría por aquellos tiempos por parte de algún aprovechado de la zona y que pudiera ser que tuviese que purgar sus pecados y su pena con algún tipo de castigo en el mismo santuario, tal como ocurrió en muchísimos otros lugares tanto en España como en la Europa de la inquisición y posteriores. ¡Desde luego muchísimo tiempo antes de que la Abuela nos contase sus historias!

Y sus historias, como digo, eran para nosotros auténticas historias de miedo, aventuras y fantasía. (Continuará en Capítulo 3)

(*) “Mare de Deu” en valenciano corresponde a “Madre de Dios”, y se emplea habitualmente para designar a la Virgen en cualquiera de sus advocaciones.

viernes, 9 de enero de 2009

Continuación tras la parada

Hola a todos:

Despues de una parada forzosa en la publicación de este blog por motivos personales lo retomo de nuevo. Pretendo ir actualizándolo con asiduidad y añadir contenidos, tanto propios como ajenos.

A modo de Presentación

Lo que pretendo con este blog es que sea algo diferente a tantas páginas que hay de temas paranormales y filosóficos.

Me gustaria que la mayor parte de las historias que se publiquen aquí sean de primera mano, cosas que ha vivido la persona que nos lo cuenta, a cualquiera que quiera hacernos partícipe de esa su historia.

Por eso, quiero pedir vuestra colaboración.

Asi que adelante, mandad vuestras colaboraciones a tino_mentalista@tinomagic.com. Podeis hacer que vuestras historias misteriosas, intimas y privadas sean conocidas por todo el mundo.

Gracias